BACHES EN LA LACTANCIA MATERNA

10 febrero 2017


Hola, Hola, 

Hoy les traigo un post bastante personal y es que cuando se trata de lactancia materna ya se sabe, sólo mandan la mamá y el bebé. Y sí reconozco que yo también en mi mundo ideal de expectativas estupendas sobre la maternidad tenía programado dar pecho hasta el año, ya que cuando la alimentación del bebé es "más completa" ¿para qué continuar? 

Pues nada qué te dice la vida y la experiencia, BONITA MEJOR ESTAS CALLADITA. Ya llevamos 15 meses de lactancia materna, SATISFACTORIA y FELIZ para ambas, y no parece que hayan ganas de destete, por ninguna de las dos partes tampoco... Y sí ella come otros alimentos, incluso toma biberón por la mañana y por la noche, pero lo que nos aporta el pecho es mucho más para nosotras, es contacto, es calma, es nuestra forma de relacionarnos, y ahí no existe el tiempo. 

Pero todo no es un camino de rosas, super feliz y apacible la lactancia tiene baches, qué digo baches, !montañas y barrancos!... pero vamos por partes a ver si me consigo explicar, las recomendaciones que les voy a contar son las que me recomendaron enfermeras y matronas.

Hace unos meses les dejé un post con mis primeras impresiones sobre la lactancia materna, por si le quieres echar un vistazo (click!)

GRIETAS
Sí es tan doloroso como suena. Establecer la lactancia es complicado, creo que ya lo he comentado, tienes por primera vez ese cuerpecito encima de ti que no sabes ni como cogerlo, con tanto cuidadito como si se fuera a romper, al menos a mí me paso, Nahia era chiquitita, no tenía mucha fuerza y enseguida se cansaba, de modo que se enganchaba bien, pero se iba "soltando" y acababa "mordisqueando" el pezón.  Como es una sensacion nueva que desconocía para mí era como una molestia, o un picorcillo, y ante mis dudas me decían que era "normal", pero no, NO lo era. Al par de días tenía unas grietas sangrantes que daban miedo. 

SOLUCIÓN/ ELECCIÓN: Dejar la lactancia o seguir intentándolo. 

Con la revolución del posparto, nos fallan las fuerzas, no solo eso diría más no deberíamos tomar decisiones, al menos yo estaba super emocional y todo era un mundo. Aún así, no me gusta el termino cabezonería, pero sí que soy perseverante, y a perseverante no me gana nadie. Nos concedí una oportunidad. Lo que me recomendaron fue: 
* Seguir pegando a la niña al pecho, y cuidar mucho la posición de su boca. Retirarle el pecho y repetir la operación las veces que haga falta hasta que el agarre sea correcto.
* Tener el máximo posible el pecho al aire, y evitar que la zona este húmeda.
* Yo me lavé la zona con el gel que me mandaron para los puntos de la episiotomía. Pensé que si cicatrizaba, actuaría en todo el cuerpo. 
* Y aplicaba varias veces un poquito de pomada.

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Y como siempre me repito a mí misma, TODO PASA. Las grietas que me parecían lo peor y más doloroso del mundo sanaron, la niña fue cogiendo fuerza y yo aprendí a manipularla y a colocarla correctamente al pecho. 
PRIMEROS DIENTES
Ya les digo la maternidad es un continuo cambio, ya establecida la lactancia y disfrutando de ella, se me acaba la maternidad, que m-----a! Y empiezo a trabajar GRACIAS que mi papi-jefe me dejaba organizar mi horario y mis tareas para no desatender nada. Pero claro al llegar la niña estaba ansiosa y en cuanto la ponía al pecho se dormía. ¿Idílico verdad?

Pues le tuvieron que salir los dientes ¡¡mecachis!! Y como ella tampoco esta acostumbrada a tener dientes hay que volver a aprender el agarre y la posición. Y duele a veces pega unos mordisquitos que duelen un poco o un poco más. 

              SOLUCIÓN/ ELECCIÓN: Dejar la lactancia o seguir intentándolo.

Y sí... con un poco de paciencia, las dos nos volvemos a adaptar. Y sí cuando te duele, y estas cansada, hay días que te dan ganas de decir ¡¡hasta aquí!! Pero luego al día siguiente, y no sé bien cómo ni porqué lo llevamos mejor. Y así se alternan días buenos y algunos regulares.
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MASTITIS
Y la última GRAN CRISIS que reconozco que me hundió moralmente durante unos quince días fue una mastitis en el mes de octubre. Y sí ahí pensé "hasta aquí llegamos, vamos a despedirnos de la lactancia ha sido bonito, pero se acaba". Les cuento.

Durante una de las tomas nocturnas, se comprende que me pillo medio dormida, no se si estaba soñando o le dolió algo, no sé lo cierto es que cerró la boca y me pegó un mordisco, y mi reflejo fue tirar del pecho y separarla (ERROR MÍO, NUNCA NUNCA SE TIRA DEL PECHO), la niña siguió durmiendo y yo me quedé dolorida pero nada no le dí más importancia. Cuando me desperté tenía la camiseta con manchas de sangre y  me asuste enseguida fui a mirar a la niña, luego me di cuenta de que era yo. Intenté curar las heridas del pezón como las grietas, pero no me podía rozar ni la camiseta. No podía pegarla y cada vez tenía el pecho más inflamado. Le seguí dando tomas del otro lado pero la subida de leche era muy doloroso. 

Total que al día siguiente me tuve que ir a urgencias porque no podía mover el brazo y me estaba empezando a subir la fiebre. Me daba pánico, sabía lo que me iban a decir MASTITIS, había escuchado relatos de miedo sobre la mastitis, las posibles complicaciones, infecciones, incluso en casos muy graves era necesario una incisión para drenar la mama. Así que lo que me recomendaron en urgencias (una mujer médico de cabecera) es DEJAR LA LACTANCIA INMEDIATAMENTE, de forma brusca mediante medicación porque aparte de la mastitis por los dientes también tenía irritaciones en ambos lados, y que NO LA VOLVIESE A PEGAR, que no debía estar sufriendo por esto, ya mi hija es mayor y no necesita el pecho. Yo no sentía ese sufrimiento, hasta la gran mordida claro!!

NO ME ATREVÍ CON LAS PASTILLAS, preferí darme unos días, y por mi cuenta, me cuidaba igual que con las grietas, y además aplicaba calor, me daba masajes y me sacaba la leche y NO LES EXAGERO, cuando les digo que me bebía las lágrimas. Jamás había experimentado tanto dolor, vamos que el parto fue un paseo. Al par de días fui al Centro de Salud al grupo de apoyo a la lactancia y la matrona me ayudó  mucho explicándome cómo masajear, cómo extraer la leche, pero sobre todo dándome ánimos, y apoyo no estaba sola y no debía dejar que NADIE, ni siquiera un médico decidiera por mí suspender la lactancia. Así que con las fuerzas renovadas, dejé pasar unos días y volví a ponerle el pecho y sentía miedo. Pero saben que les digo siempre no... TODO PASA.

El pecho sanó, fui cogiendo confianza y volví a disfrutar la lactancia. Y sí a raíz de eso siempre pienso, hay que ir quitando la teta, o le digo a Nahia "ya eres grande" "un poquito solo vale?", pero siempre la vuelvo a pegar, y ¿porqué?

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Pues no lo sé. Porque nos gusta. Porque no paso el tiempo que me gustaría con mi hija, porque es un momento ÚNICO y SÓLO nuestro, y lo disfruto. Además de las ventajas alimenticias que puede tener la leche materna, para ella es un calmante estupendo, y a veces se agradece porque es un terremotillo. 
POR FAVOR NO ME MALINTERPRETEN
NO estoy emitiendo ningún juicio sobre quienes deciden dejarlo estar, simplemente cuento mi experiencia. Es decir,
¿Qué habría pasado si hubiese interrumpido la lactancia? 
Pues NADA, mis heridas también habrían sanado y mi hija seguiría poniendo grande y fuerte y bien alimentada con bibe, y habríamos buscado otros momentos nuestros, como las canciones que le canto antes de dormir o las caricias en la cara que sé que le relajan.

Lo que intento explicar es que a veces, NO SIEMPRE, pero a veces nuestra ACTITUD marca la diferencia, cuando estamos mal todo es complicado, difícil y doloroso, pero con ayuda y una actitud positiva estaremos mejor, en cualquier caso, como siempre digo TODO pasa

Espero que leer mi experiencia les anime y les ayude, yo lo comparto con todo mi cariño, no sintiéndome vencedora de nada, ni superior a nadie, simplemente sintiéndome feliz y deseando ayudar si se encuentran en situaciones similares.

¡¡¡Un abrazo!!!

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