Sobre Mi


Antes que nada… GRACIAS por compartir tu valioso tiempo conmigo.

 Mi nombre es Casandra, cariñosamente me llaman Casi, siéntete libre para llamarme como quieras. Soy nacida y criada en Gran Canaria, y si me siguiera presentando como lo solemos hacer en mi tierra ahora tendría que decirte de quién soy hija, nieta o vecina.

Dicen de mí que soy natural, cercana, positiva, que tengo mucha energía, aunque mi madre dice que tengo mucha o demasiada paciencia, y tiene razón la mujer, con el tiempo me he vuelto mucho más serena. Soy decidida, organizada, resolutiva y bueno, como el término cabezonería no me gusta, prefiero decir que soy perseverante, firme y constante.

Tengo la inmensa alegría de compartir mi vida con mi mejor amigo del instituto. Tenemos (por ahora...) tres hijos Daniel, que guía nuestros sueños, Nahia que alegra nuestros días, y Jon al que esperamos haga su llegada al mundo este mes de septiembre.

Siempre he compaginado trabajo, estudios, y mil cosas, en 2009 abrí mi primer blog en el que como muchísimas compañeras compartía, sin saber muy bien cómo hacerlo, y no tener ni idea de edición de post, dominio, hosting, estadísticas, ni redes, sin tener conciencia de sí tenía alcance o no, temas de lo más variado, maquillaje, tendencias, peluquería, compras, recetas, detalles de mi boda, últimas películas, series o libros leídos… en fin como ven de todo un poco.

En 2014, me sentía muy perdida, sabía que el Derecho no era para mí, y decidí dejarlo. Esa decisión me agobió muchísimo, me sentía fatal y necesitaba un hobbie, algo que me comprometiera de verdad y fuese una vía de escape de mí día a día. Así que opté por darle un aire nuevo al blog, cambié el nombre de Casi (que soy yo) todo (porque como ven no tenía una temática cerrada) sí lo sé bastante obvio el juego de palabras, en fin…

Ese año compartí la noticia de mi primer embarazo, las primeras molestias, la ilusión de la espera, y meses más tarde la despedida de ese bebé, Daniel. En ese momento, el blog pasó a ser mi “tarea”. Levantarme, vestirme, maquillarme, ir a trabajar y el blog. Fue un gran alivio contar con esta ventana al mundo, con la que contactar con otras mamás en mi situación, y poder hablar de ello.

En 2015, llegó el embarazo de Nahia, y “olvidé a Daniel”, el miedo, la ansiedad, los preparativos, los meses de reposo sentada sola en mi sofá, habrían sido mucho peores sin el apoyo y el ánimo que recibí de ustedes. Esta comunidad virtual, que se ha ido formando, que cada día leía mis post, que hablábamos en redes, y compartíamos experiencias, fue de las cosas más valiosas que he aprendido en mi vida. NECESITAMOS TRIBU. Compartir, aprender unas de otras, apoyarnos y no juzgarnos, cambiará el mundo, lo sé. Y así se me pasaron dos años, en mi burbuja de tener un bebé, verla crecer y hacerse cada vez más “niña”

2017 fue un año absolutamente brutal. En enero vendimos nuestro piso y lo apostamos todo a que en agosto tendríamos la casa de nuestros sueños. Decidí invertir en mí, relativizar mi tiempo de trabajo por cuenta ajena, formarme como asesora de maternidad y dedicar tiempo a criar y cuidar de mi hija. ¡Un salto al vacío! Pero algo no estaba del todo “bien”, me sentía muy mal por no poder ni siquiera pronunciar el nombre de Daniel, era “el niño”, o “aquello que pasó”, cualquier eufemismo que no me conectara con la realidad de que mi hijo no estaba. Una amiga, me hizo el mayor regalo que podía imaginar, me invitó a participar en el Proyecto Stillbirth de Norma Grau, y tras mucho meditarlo participamos. Fue de las experiencias más intensas de mi vida. Escuchar y ver cómo muchas otras familias han pasado por situaciones de pérdida similares a las nuestras y el profundo AMOR y DEVOCIÓN con la que hablaban de sus hijos, cómo formaban parte de su familia, sin tabú, sin lástima, SIN DOLOR, fue revelador. Ahí dije “¡yo quiero eso!, quiero que Daniel sea parte de nuestra familia” Y me atreví a empezar con sesiones de terapia individual, y luego a sesiones grupales dónde hablar y compartir con otras familias.

Y así hasta hoy, que estoy esperando en breve la llegada de mi tercer bebé, y con la certeza de que YO soy otra persona totalmente distinta, a aquella chica que empezó a escribir hace unos nueve años, ni mejor ni peor, más mayor (que suena horrible, pero bueno), más sabia, con menos miedo, menos timidez, con más responsabilidades, pero con menos cargas, más estable y más feliz… por todo ello este blog ya no es para mí, AHORA ES PARA TI…

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