**PARTO NATURAL DE NALGAS** Y DE CÓMO LOS DESEOS SE CUMPLEN

05 diciembre 2015




Hola, ¡Tengo tantas cosas que contarles!
Varias chicas me han preguntado cómo fue mi parto, y dudaba si contarlo, ya que es algo muy íntimo, y aún hay cosas que necesito asimilar, pero ya que he ido relatando el embarazo, me parece mal dejar la historia a la mitad, así que ahí va. Me ha costado más de lo que suponía, aparte de por el aspecto emocional, porque no tengo tiempo para nada... me ha quedado larguísima, pero bueno este tipo de entradas nos gustan a todas al menos a mí..



¡¡¡Por fin ya estamos los tres juntos, ya somos una familia!!! 
Sabes eso que dicen de que no puedes imaginar lo que es tener un bebé, hasta que lo llevas dentro, y que aún así parece que nada real, pues es cierto del todo. Y al llegar el momento en que te dicen "estas de parto", piensas que en unas horas tendrás a tu bebé contigo es increíble, se mezclan tantas sensaciones, alegría, miedo, no te lo terminas de creer, no tengo palabras para describirlo.
Cuando la ves, la tienes contigo por primera vez, es una pasada,  
De la forma en que se desarrolló mi embarazo, ya sospechaba que en cuanto dejara de tomar la medicación, no tardaría mucho en ponerme de parto, y no me equivocaba. Enseguida empezaron las contracciones frecuentes y la sensación de presión en la pelvis. Pero para nada me imaginaba que era tan inminente, yo no lo sentía como dolores super intensos, habían algunas contracciones que me dejaban sin aliento, pero eran aisladas, en general yo las sentía como molestias soportables (cada uno tiene el umbral del dolor donde lo tiene, he comprobado que aguanto mucho). Durante las dos últimas semanas me sentía muy bien, muy animada, con ganas de hacer muchas cosas, de disfrutar de lo que quedaba de embarazo, y sobretodo de mentalizarme y estar fuerte y concienciada para MI PARTO IDEALIZADO, practicar las respiraciones, hacer estiramientos, salir a pasear, darme un bañito a la playa...

¡¡¡ERROR!!! El parto es impredecible, no se sabe cuándo, ni cómo, simplemente cuando es el momento oportuno sucede, a no ser que programen una cesárea o lo induzcan, y ni así, puede ir más rápido, más lento, con mas o con menos intervenciones. Yo tenía muy idealizado que quería un parto natural, cefálico (de cabeza), quería sacarla yo con mis propias manos, que me la pusieran inmediatamente encima, que la niña llorara, que mi marido estuviera conmigo, y que fuera rápido. Más o menos fue así, pero las cosas que no salieron como yo preveía me dejaron echa polvo en un primer momento. Les cuento...

A eso de las once y media empecé a notar muchas más contracciones, cada menos de diez minutos, no rítmicas pero sí frecuentes, tampoco el dolor era para tanto, así que pensaba que todavía me quedaban unos días. Menos mal que le hice caso a mi maridito que ya estaba un poco nervioso, e insistió en que fuésemos al hospital. Yo pensé que igual que íbamos volveríamos a casa, porque estaba convencida de que tendría pocos centímetros, además como la niña seguía de culo, estaba mentalizada que cuando estuviera preparada para venir al mundo se giraría de cabeza.
En  ningún momento creí estar de parto.



Aclaración: me han preguntado varias veces que, si tengo seguro privado y la opción de dar a luz en un hospital privado con ciertas comodidades, porqué fui al hospital público. Y la respuesta es que siempre que he necesitado la atención médica del Materno me han tratado de forma excelente, no tengo ninguna queja, ni de las enfermeras, los médicos, ni la comida... nada de nada. Aparte de esto, me decidí por dos cosas: en cuanto a la dotación del centro, el área de neonatos tiene un equipamiento y profesionales de lo mejorcito, de modo que si la niña traía algún problema la atenderían bien y estaríamos las dos en el mismo Hospital; y éste es el único en Canarias preparado para atender partos naturales cuando los bebés vienen de nalgas. En eso basé mi decisión. Lo malo que compartes habitación con todo lo que implica, pero bueno son dos noches, y luego a casa.
INGRESO EN URGENCIAS
Llegamos al Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil, a eso de la 1.30 de la mañana, por suerte no había nadie y me atendieron rapidito. La matrona que me atendió fue súper buena conmigo, aparte de la información rutinaria, yo le decía que me encontraba bien, que la niña no podía salir aún porque seguía colocada de nalgas, y me explico detalladamente como transcurrían esos partos, (como yo contaba con que se girara no quise ni buscar información de los partos de culo, así que llegué con conocimiento cero). Me despejó el miedo a una posible cesárea, y  otras complicaciones, en definitiva, me tranquilizó mucho.

Luego me atendió la ginecóloga y una residente, repasaron mi historial médico, me hicieron una ecografía y me comentaron que a pesar de estar de nalgas, estaba en una buena posición para el parto. Luego me hizo un tacto (con el que ví las estrellas y no en el buen sentido) y confirmó que estaba de unos dos centímetros largos. Y me dijo: "bueno estas de parto, vamos a controlarte un ratito en monitores, en lo que te preparan el ingreso en planta para tenerte controlada porque el bebé esta de culo", y mi cara de sorpresa,
¿que estoy de parto? ¿No se va a girar? ¿Va a nacer de culo? ¿mi bebé sufrirá durante todo el proceso? ¿¿¿CÓMO VA A SALIR DE AHÍ??? 
Me vuelven a tranquilizar, son super comprensivas y me aseguran que todo va bien por el momento, que no tiene porqué pasarle nada al bebé, que es otro modo de venir al mundo totalmente normal, que ellos están 100% preparados para que nazca de forma natural y si hay alguna complicación en menos de dos minutos podrían sacar al bebé, así que todo saldría bien. Era lo que necesitaba escuchar en ese momento.
¿¡DE VERDAD VIENE EL BEBÉ!?- DILATACIÓN
Ya en monitores, pasa mi marido a acompañarme, y tras un ratito flipando los dos en plan, ¡ya viene la niña! ¡estamos de parto! ¡que majadera es que no se dio la vuelta!..., subimos a planta, a eso de las 2,15. Los dolores son cada 5 minutos, y van siendo cada vez más fuertecillos. Me molestaba estar sentada, y siguiendo las experiencias de mi familia decido darme una ducha con agua caliente, según mi marido estaba hirviendo (me habían dicho que aliviaba el dolor y ayudaba a dilatar).  Alivio no notaba mucho, pero cada vez eran más frecuentes cada 2 o 3 minutos y super intensas, así que dejo de hacerme la valiente, y llamo a la enfermera de planta.

A PARITORIO Y... ¡¡¡YA SALE EL BEBÉ!!!
Me vuelven a ver en urgencias, esta vez varias ginecólogas, y tras otro tacto estoy,  (en más o menos dos horas) en 5 centímetros, así que me dice ella tan contenta, "muy bien, vamos a llevarte a paritorio", y mi cara es un poema seguro, no me esperaba estar a mitad de camino a las 4 de la mañana ¡¡¡si acababa de llegar!!! Y visto lo rápido que iba todo pido, y ruego la epidural, me dice que me tienen que hidratar, que me van a poner una vía con unas bolsas de no se qué, y que luego me la pondrán.

Al llevarme al paritorio entro en pánico, todo estaba sucediendo demasiado rápido, no me dio tiempo a procesarlo y cuanto más miedo me entraba, más me acordaba de mi parto anterior, y su resultado, y más me bloqueaba, sólo quería que la niña estuviera bien, sana, que no sufriera, y que me la dejaran inmediatamente conmigo. Fui consciente de que me estaba perjudicando con esos pensamientos, me estaba cansando y me costaba respirar; si yo no respiro el bebé no se oxigena, si yo me asusto se lo transmito y si me tenso en lugar de colaborar con las contracciones la niña sufrirá. Así que me concentro en respirar profundamente, cierro los ojos y dejo literalmente de escuchar. Soy vagamente consciente de lo que pasa a mi alrededor, sé que en algún momento me han desnudado, me han puesto una vía, ha entrado mi marido, y algunos médicos; sólo sé que me duele mucho y que tengo ganas de empujar. Vuelve a revisarme la ginecóloga, por lo que dice mi marido, yo no me acuerdo bien, ella estaba muy tranquila, y tras hacerme el tacto se altera y pone a todos los médicos en alerta

DE REPENTE TENGO ESTOY EN DILATACION COMPLETA, ya viene el bebé es inminente, y no hay tiempo de nada, los médicos no están preparados, tienen que ponerse las ropas esas de quirófano, y tiene que venir todo un equipo médico desde ginecólogos, enfermeras, el pediatra, cirujano, anestesista... No sólo es el parto, tienen que estar preparados también para las posibles complicaciones.
Ante este despliegue las instrucciones que me dan son NO EMPUJES, AGUANTA, ESPERA, en algún momento buscan el pulso del bebé con el doppler y me dicen que la frecuencia del bebé esta bajando, que me gire, yo no sé cómo aguantar los pujos, me dicen que respire. Aquí ya no soy consciente de casi nada, de hecho tengo que preguntarle a mi marido porque tengo lagunas en algunas cosas, o en momentos que no se si pasaron antes  o después unos de otros. Enseguida rompo la bolsa y NECESITO AÚN MAS EMPUJAR, y me siguen diciendo aguanta, aguanta, me parecieron horas, pero seguro que fue cuestión de 5 minutos, el dolor, el miedo, la necesidad de empujar, la ansiedad y el pánico de que por estar empujando le pudiera hacer daño al bebé. 

Cuando están todos listos, recuerdo estar acostada, rectifico, espatarrada sin ningún glamour, (lo que pasaba ahí abajo tampoco era nada glamuroso... )con mi marido a un lado, la matrona al otro, y frente a mí varias mujeres, supongo que ginecólogas, enfermeras y un chico que fue el que estaba atendiendo el parto. Todos diciéndome cosas en voz alta, a la vez, "empuja, respira, más fuerte no pares", y yo muerta de miedo y desbordada no le hacía caso a nadie, cuando me venían los dolores y ya asustada con el "aguanta, no empujes", no sé ni lo que estaba haciendo. No sé si las mujeres se callaron o porque era el único hombre que estaba por allí, o porque su voz era más fuerte, llegó un momento en que sólo escuchaba la voz del chico, me daba órdenes cortas, claras, y me estaba dirigiendo totalmente, "ahora respira, coge aire, empuja de esta manera y cuando venga la contracción"... No sabe cuánto se lo agradezco, estaba asustada, perdida, necesitaba concentrarme y saber qué estaba haciendo. Me dio confianza y seguridad, me reforzó que todo estaba bien, que la niña ya estaba aquí, que lo estaba haciendo muy bien... 

Tampoco sé decir en qué momento, escuché el sonido de una tijera cortar algo, y luego un dolor que no soy capaz ni de recordar, dice mi marido que grite y mucho... tardé un segundo en identificar que ese sonido era una tijera, que lo que había cortado era a mí (ahí estaba la temida episiotomía), y pensé si me cortaron es que la niña no sale, y si no sale esta sufriendo, y empujé... vamos si empujé. Me centré de golpe y tijeretazo.
No pude sacar a la niña, pero sentí una pierna, otra pierna, el cuerpo, y de la fuerza acabé tan incorporada que cuando abrí los ojos, estaba viendo a medio bebé fuera y sólo quedaba su cabecita, sólo quedaba el último empujón cuando llegara la siguiente contracción, que tardó para mi marido y para mí lo que nos pareció un siglo. 
Cuando salió, sé que me la pusieron un segundo encima, sólo ví su espalda, y me la quitaron para limpiarla y no la escuché llorar, y me asusté muchísimo. Sé que esto no tiene que ver con este parto sino con el anterior, y en esta ocasión yo NECESITABA escuchar un bebé llorando, y cogerla y abrazarla y tenerla conmigo cuando saliera. Pues no fue así. Mi marido sonreía, todo el mundo estaba contento de que había salido bien, la niña estaba bien, y yo estaba en shock porque no la tenía. Me la pasaron por delante y se la llevaron a transición, una especie de incubadora para ponerle aire o algo así porque tenía un poquito de líquido, obviamente mandé a mi marido que no se separara de la niña. 

Y me quedé sola (recuerdo muchísimo frío, no sé porqué) en el paritorio con la matrona, la enfermera y el ginecologo cosiendome, casi sin anestesia. Y llorando desconsolada, había tenido un parto rápido, natural, que era lo que yo quería, pero otra vez estaba sola en un paritorio sin mi bebé. Supongo que se me desató toda la tensión acumulada, el dolor, lo rápido que había sido todo, no sé, fue un momento triste que otra vez me pareció mucho tiempo, pero seguro que fue cuestión de 10 o 15 minutos.

"Esta parte de mi vida, esta pequeñita parte de mi vida se llama FELICIDAD"
Entonces, me pasaron a una salita de recuperación o postparto, y allí estaba mi marido con la niña en la sala de transición con varias incubadoras, y por fin me la trajeron, pude verla, abrazarla y se pegó al pecho enseguida. Y aquí no tengo palabras, no se explicarlo, les dejo una de frase de la que se ha convertido en una de mis películas preferidas "En busca de la felicidad". Luego entró a vernos mi familia, no sé en qué momento de la madrugada mi marido se encargó de avisarles, ¡¡bendito wasap!!

Nota: Con este embarazo he querido conservar todo lo posible en fotos y vídeo, a nosotros no nos dejaron grabarlo por la forma en que sucedió todo tan rápido, y el riesgo de complicaciones para nosotras hizo que tuviera que haber muchos médicos y llegado el caso que sacaran a mi marido del paritorio corriendo, pero sé que en situaciones normales se puede grabar el momento.

En fin este fue nuestro parto, rápido, natural, en podálica, no negaré que fue estresante, doloroso, y angustioso, pero fue el momento más extremadamente bestial que he vivido por ahora, me río yo de los deportes de riesgo para buscar emociones fuertes. Pero a pesar de todo, no cambiaría nada, ni siquiera la ausencia de epidural (rectifico me saltaría la episiotomía y los puntos, pero bueno, todo se cura y todo pasa). Todavía me parece increíble haber sido capaz de pasar por este momento de esta manera.

Muchas Gracias, por estar ahí y acompañarnos en esta primera etapa del camino, les iré contando cómo seguimos. Gracias por cada comentario, y experiencia con la que me han ayudado.

Casandra

3 comentarios

  1. Toda una heroina!!!!! Ahora a disfrutar!!! Se lo merecen!!! Te lo mereces!! Tienes mucho amor que dar a esa hermosa niña!

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