PORQUÉ DESTETÉ A MI BEBÉ- I

21 agosto 2018
Durante los últimos días han surgido, varias dudas acerca de este tema de la lactancia, (que es SIEMPRE un tema muy controvertido), sigue leyendo y te cuento NUESTRA EXPERIENCIA.


Les dejo parte de algunos de los mensajes que recibí: “pero sabes que puedes dar el pecho embarazada”, “amamantar en el embarazo, no afecta al bebé”, “la lactancia en tándem es maravillosa para la mamá y crea un vínculo precioso entre los hermanos”, “la leche se adapta a las necesidades de cada bebé”…

Y todas tienen razón. Pero en este punto me parece necesario aclarar que este post NO aporta información técnica sobre lactancia materna, ni promueve, ni apoya ninguna opción de alimentación infantil. Es MI EXPERIENCIA, tal y como es, puede ser cómo yo deseaba o no, o como la OMS recomienda o no… se trata de compartir mi vivencia, sin más cuestionamientos por mi parte.
Cómo concibo YO la lactancia materna 
Como en todas las experiencias vitales, todo tiene un antes y un después. En mi caso hay varios: mi antes/después de ser madre – mi antes/después de formarme como asesora de maternidad.

Antes de ser madre: lo veía como un vínculo precioso, y tenía clarísimo que quería PROBAR esa experiencia, en el sentido “SI PUEDO, SI TENGO LECHE, SI TODO VA BIEN me encantaría dar el pecho a mi bebé”.

Ahora siento que este deseo está MAL EXPRESADO. ¿Porqué dudamos que el pecho puede “no funcionar”? ¿acaso en líneas generales nos funciona el corazón, los pulmones, los riñones? ¿porqué tememos que el pecho cumpla su función? Que entre otras (más populares), no es más que ALIMENTAR A NUESTROS HIJOS.

Y otra cuestión que me chirría, son las frases del tipo: “todas tenemos leche” “todas podemos amamantar”. Después de tener información, formación y escuchar a otras madres, hay casos en los que no es posible (y me da igual si es una imposibilidad fisiológica o de cualquier otro tipo), esas madres puede que lo deseen profundamente, que lo hayan intentado, y que no fuese posible para ellas, o que lo hayan valorado y no quieran. MI OPINIÓN ABSOLUTAMENTE PERSONAL ES: ¿quién soy yo para emitir un juicio tan tajante como ese?

“La lactancia materna es multifactorial”
Nohemí Hervada me lo enseñó (y muchas otras cosas de las que estoy muy agradecida) y siempre la tengo presente. Depende de muchísimos condicionantes y aspectos. Es un acto más de la sexualidad femenina, es un acto biológico, y despierta en nosotras una reacción no sólo hormonal (a nivel bioquímico en nuestro organismo), sino también una importante reacción emocional y psicosocial. Y a veces, todos esos factores nos desbordan, nos agobian y pueden con nosotras.

La eterna “lucha”: madres de bibe y madres de teta
Que expresión tan horrible. Para mí, la comparación entre lactancia materna y la lactancia artificial no existe, porque NO SON COMPARABLES. No es ni lo mejor, ni lo peor. La lactancia materna es la opción de alimentación natural, fisiológica, y óptima en el sentido de adaptación a las necesidades de nuestro bebé.

La lactancia artificial, como su nombre indica, es un preparado creado por los humanos para “imitar” la lactancia materna, y obviamente como todo lo artificial, requiere probar y testar e informarnos sobre opciones, calidades, modos de preparación, seguridad alimentaria y demás, y encontrar la que mejor le va a nuestro bebé.

MI CONCLUSIÓN 
La maternidad NO ADMITE JUICIOS.
Entiendo que en esta sociedad todos tendemos al juicio, a la opinión, y a la crítica, entre otros motivos como reafirmación PERSONAL de nuestras decisiones, pero para mí, las decisiones sobre los hijos no admiten juicio. No sabemos que motivaciones han llevado a esas decisiones, sólo vemos el resultado, y eso no nos da derecho, ni capacidad para juzgar o sentirnos moralmente superiores. Lo importante es que TODAS QUEREMOS LO MEJOR PARA NUESTROS HIJOS, y en base a eso hacemos lo que podemos, de la mejor forma que nos es posible.


Para que este post no quede excesivamente largo

No hay comentarios

Publicar un comentario

últimos vídeos