Acción de Gracias...¿merece la pena?

27 noviembre 2014


Yo soy muy de celebrarlo todo, me viene de familia, buscamos cualquier excusa que nos sirva para reunirnos y pasar un rato agradable. 

Acción de Gracias, es una festividad típicamente de Norte América, (como muchas otras fiestas que consideramos cotidianas hoy en día). Los orígenes de esta celebración se remontan al siglo XVII, en plena colonización del continente americano, se dice que un grupo de colonos europeos sufrieron un duro invierno sin comida ni recursos, hasta que los nativos compartieron sus alimentos y les enseñaron a cultivar la tierra, a cazar y a pescar. Tras el final de la primera cosecha, los colonos invitaron a la población indígena a un gran banquete como agradecimiento. Aunque luego tienen motivaciones políticas diferentes en Canadá y Estados Unidos, que incluso se celebra en meses diferentes. 

En Estados Unidos, el último jueves de noviembre, se reúnen las familias para cenar su típico Pavo relleno, hay un desfile en Manhattan, y se inicia la temporada de compras con el, ya verán que famoso "Black Friday" que nos vamos a hartar de escuchar, grandes descuentos en todos los comercios que dan el pistoletazo de salida a las compras navideñas. Como ven todo muy americano. 

A mí personalmente siempre me ha parecido muy importante ser muy consciente de la vida que llevamos, y lo afortunados que somos: Tengo un compañero de vida que me hace muy feliz, tenemos una casa preciosa, (que por ahora nos podemos permitir, algo que tal y como esta la situación inmobiliaria en este país es de agradecer), una familia con la que nos llevamos bien, todos estamos sanos, casi todos tenemos trabajo, en definitiva hay muchos motivos para dar gracias y ser felices. Así que la idea de dedicar una noche a reunirnos a cenar y celebrar que aunque hayan cosas malas, ahí están las buenas, siempre me ha parecido una gran idea.

Pero este año, no me parecía tan buena idea. No me explico lo que acabamos de vivir, llevaba a mi bebé conmigo, todas las pruebas estaban bien, él estaba sanito y muy activo en mi tripa, y de repente ya no está. Estoy enfadada conmigo, y con el Dios que sea que está ahí arriba, que permite que me hayan separado de él de esta forma. Enfado, rabia, ira, frustración... todo emociones horribles, y yo creo comprensibles en este momento. Y tal y como estoy, soy tan boba que pongo las noticias que es lo peor que se puede ver, guerras, enfermedades, desahucios, muerte, corrupción, desempleo,..

Y he vuelto a repasar mi lista:  mi marido sigue conmigo, intentando alegrarme, animarme, dándome todo el cariño del mundo, y sobreponiéndose a esta situación que tampoco para él es fácil, mi familia y mis amigos, me apoyan más que nunca, me llaman cada día, se preocupan de que esté animada, que no me venga abajo, tenemos una casa que fue nuestra mayor ilusión durante años, tenemos trabajo... Sin duda, el sitio que le habíamos echo a Daniel en nuestra vida está vacío, y no lo cubrirá nada en este mundo, y duele tanto que no puedes ni pensarlo.

Pero no hay que perder la fe, así que he decidido seguir celebrando Acción de Gracias en mi casa, y seguir repasando mi lista de cosas importantes, dejar de lado mis malas emociones y mi enfado  y DAR GRACIAS, dar gracias por las casi 24 semanas de felicidad que he tenido, por las dos rayitas del test de embarazo, por sentir que llevaba un niño dentro y acertar en mi pre dicción, y por cada patadita y movimiento que sentí en mi barriga.

Al final se me ha echo eterna esta entrada, pero reflexiono mejor por escrito.

Cuéntenme que opinan de esta festividad, aprovecharán el Black Friday, yo seguro que sí. ¡Lo que no inventen estos americanos! 

No hay comentarios

Publicar un comentario

últimos vídeos