soy la mamá de Daniel

15 octubre 2018


15 de Octubre es el día internacional de la muerte gestacional, neonata e infantil. .... Llevo un rato intentando escribir unas palabras para ÉL, y estoy en blanco.
Mientras tanto, Ari dobla la colada, tengo a Jon en brazos dormido, y Nahia está pegándome pegatinas en la pierna y llamándome “mami, mami... cada minuto”. He aprendido que la vida son pequeños momentos, esos que querrías no olvidar nunca, y cuando pasa el tiempo incluso desearías revivirlos. Este es uno de esos. Y cuando tengo un momento así no puedo evitar por sentir una punzada de vacío, puedo imaginarle haciendo trastadas con Nahia, y le imagino cada vez mayor.
Sin duda, para mí no se ha ido, ni se irá jamás. Está con nosotros, crece con nosotros y le siento entre nosotros. Y a mí con eso me basta. Si soy sincera esto no fue siempre así. Justo después de marcharse, intenté olvidarle, era demasiado dolor pensar y sentir que no estaba, que no llegó a llamarme mamá, que no estaría nunca para darle un beso, abrazarle o regañarle. Con el tiempo, llegó nuestro momento, tuve la gran suerte de encontrar un espacio, unas personas maravillosas y la oportunidad de hablar de él, recordarle o mejor diría conocerle, y perdonarme.
Las palabras que elegimos dedicarle a Daniel creo que lo expresan como lo sentimos: “Te llevamos siempre con nosotros, no muy cerca, pero sí muy dentro. GRACIAS por lo que nos enseñaste, nuestra vida es maravillosa GRACIAS A TI”. Mis tres hijos me hacen profundamente feliz a diario, incluso Daniel. ÉL me llevó al límite, me enseñó que el camino en el que estaba no era el mío, que la vida SÍ TIENE SENTIDO, me dio fuerza para cambiarlo, para mejorar, para crecer y para valorar cada segundo. Gracias a él soy mejor persona, y sin duda, mejor madre.
Durante estos cuatro años, hay quien me permite hablar de él, incluirle y tenerle presente, y hay quien no da pie a ello. Y me he dado cuenta, que no es por maldad o por falta de respeto, es por INTOLERANCIA AL DOLOR, su dolor (no el mío). Creen que es demasiado doloroso para pensar en ello, para hablar de ello, y ni siquiera preguntan o incluso dan consejos, que no siempre son recibidos de buen grado por mí, la verdad.
Por eso la importancia de VISIBILIZAR nuestro duelo (y el de muchas familias). Cada uno lidia sus propias batallas, y afronta o no lo que le sucede. Obviamente, lo pasamos mal, fue triste, desgarrador, doloroso y vivimos momentos traumáticos, sí. Pero decidimos no quedarnos sólo con eso, nos apoyamos, lloramos juntos, le recordamos juntos y seguimos adelante. Porque ÉL es parte de nuestra vida. Y porque estas cosas pasan, y si desde nuestras acciones podemos ayudar a otras familias a poniendo un poquito de luz en su camino y poniendo nuestro granito de arena para que no se sientan solos, contarlo habrá merecido la pena.
Un abrazo
Pd.: No puedo dejar de dar GRACIAS una y mil veces a Norma Grau, por su maravilloso proyecto Stillbirth que nos permitió conocer a Daniel, a Nuria Vega por acompañarnos en nuestro camino, y al grupo Pulseras Blancas por brindarnos un espacio seguro para recordarle.

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